Con información de Eduard Cauich de Los Angeles Times.
Los Angeles.- El californiano Andy Ruiz Jr. (35-2-1, 22 KOs) tuvo un muy poco lucido regreso al ring, después de cerca de dos años, pese a lo cual alcanzó un cuestionable empate mayoritario ante Jarrell Miller (26-1-2, 22 KOs) en la cartelera en el BMO Stadium de esta ciudad.
Un juez dio tarjetas de 116-112, en favor del neoyorquino Miller, mientras que los otros dos solones entregaron puntuaciones de 114-114.
Estos dos últimos votos permitieron al ex campeón mundial de los completos evitar un revés que parecía inminente tras lo visto en los 12 rounds en los que no hubo título alguno de por medio.
Ruiz Jr. había argumentado que en esta ocasión, a diferencia de cuando enfrentó y venció a Luis Ortiz en 2022, tenía más paz en su hogar.
Empero, nada de eso se vio reflejado el sábado, pues el conocido como “Gordito Precioso” pareció estar cansado apenas al llegar a la mitad de la contienda.
Andy Ruiz mostró muy poca velocidad, algo que había argumentado que haría la diferencia en su muy poco lucido regreso de esta noche.
“Creo que fue una pelea cerrada, hay que hacerlo otra vez”, indicó Ruiz, ante el abucheo de la gente al veredicto que le favoreció, pese a no haber ganado.
Ya después, indicó que se había lastimado la mano derecha desde el quinto asalto, alegando que eso afectó su desempeño en la pelea.
Por su lado, Miller, de 36 años, se mostró como el peleador más fuerte, y tal como se esperaba, presionó a Ruiz, mostrándose más completo físicamente.
Ruiz y Miller tuvieron un primer round sin muchos acontecimientos, aunque el californiano conectó un golpé sólido de izquierda al final del episodio.
En el segundo round, Miller respondió con un tremendo uppercut que sacudió al “Gordito Precioso”, quien lo soportó bien, sin ver afectada su verticalidad.
“Creo que hice lo suficiente, tiré más golpes, tiró algunos golpes sólidos, pero no me lastimó”, indicó Miller, quien se quejó de los jueces tras el combate.
“Tenemos que tener jueces que no estén cerca de California. Esta no es la primera vez que me roban”, añadió en tono muy inconforme
Ruiz comenzó a recibir golpes en el cuarto y quinto asalto, lo que provocó que la gente tuviera que apoyarlo con el “Andy, Andy” desde las gradas, pues vieron cómo el originario de Imperial City, comenzaba a ser víctima de la fatiga.
Al finalizar el quinto round, recibió otro golpe fuerte del originario de Nueva York.
En el sexto, Andy conectó, pero también fue sorprendido por golpes al cuerpo y combinaciones. El californiano se veía muy cansado en la segunda mitad del pleito.
Fue víctima de rectos y un uppercut muy peligroso al finalizar ese capítulo, por parte de Miller, quien parecía dirigirse a una victoria.
Ruiz utilizó su jab con más frecuencia en el octavo, sin embargo, ya para el noveno Ruiz volvió a ser blanco de varias combinaciones de Miller.
Para el último round, evidentemente sabiéndose en desventaja, Ruiz buscó el nocaut pero se vio muy disminuido por la presunta lesión en la mano derecha.
Ruiz, de 34 años, había estado inactivo durante los mejores años de su carrera, habiendo peleado solo dos veces desde que su serie de dos peleas con Anthony Joshua, la última en 2019.