Mérida.- Carlos Iturralde Rivero, el hombre más influyente y destacado del fútbol yucateco en el Siglo XX y el mejor recordado en la historia cumple este día 20 años de haber dejado este planeta.
Muchos son los pasajes en su trayectoria deportiva y personal que lo llevaron con sobrado mérito a ser una celebridad, pero sobre todo una persona apreciada por su gentileza y su corazón orientado siempre a lo correcto y, de ser posible, a ayudar al semejante, sea quien fuera.
Su personalidad, aguerrida deportivamente, pero con la impronta de caballerosidad por delante (aunque exista en estos tiempos quien lo dude o se ría), lo retrataban como alguien con una sotana corriendo y pateando balones por las canchas de todo México, donde jugó.
Era, aunque también con un fuerte carácter al defender sus convicciones morales, una persona que siempre trató de hacer el bien en un ámbito tan competido y con muchos intereses como el deporte.
En esta época de tanta deshonestidad y de ley (que no justicia) orientada a apoyar y beneficiar al poderoso, al dueño del dinero en el fútbol, Don Carlos habría sido una figura quijotesca, fuera de lugar, descontextualizado de esta actualidad, donde no importa ser, sino el tener.
Y, de hecho, lo fue en cierta manera en los alrededor de 50 años en los que estuvo vinculado al fútbol organizado, donde sufrió fracasos, amarguras, por ser un tipo correcto, decente, honesto.
Un gran periodista, de enormes dimensiones, desgraciadamente ya en el olvido, el señor Don Pedro A. Delgado de la O definió a Iturralde Rivero, a quien esto escribe, así:
“Carlos era un gran hombre, una muy buena persona, pero por eso mismo no tuvo la misma suerte como entrenador de fútbol.
“Era demasiado bueno y muy ético y eso no es compatible con el triunfo que se consigue a como de lugar, a la buena, a la mala, o a la peor”, nos dijo el señor Delgado de la O (quepd), quien fuera director de Deportes de Notimex y del desaparecido diario Estadio.
Don Carlos, quien en 2024 estaría ya por cumplir 100 años, fue el primer yucateco en jugar en la Primera División del Fútbol mexicano.
Su concurso en la máxima división del balompié mexicano fue con varios clubes, entre ellos el Asturias,
Ex jugador del Asturias, del Atlante (del que confesó era el equipo de sus amores), del Necaxa, y del América, y las Chivas del Guadalajara, cuando no eran mediáticos, “Don Carlitos” fue quien inició la senda de Yucatán en el balompié mexicano.
Una senda por la que luego pasaron gente como Manuel “Pelele” Coello, Agustín “Yuca” Peniche, José Casellas Peón y varios más, hasta llegar al máximo goleador mexicano y del torneo mexicano en la actualidad, Henry Martín Mex.
Lo que Henry, y quienes le antecedieron quizás sí podría entenderse sin la participación de Don Carlos, pero no podría desvincularse históricamente de lo que él, con su esfuerzo, talento y sacrificio físico y moral hizo por años en las canchas, como jugador y como Director Técnico.