Mérida.- Un par de muy reconocidos y estimados arquitectos yucatecos sufrió la pesadilla de su vida ayer viernes en la Ciudad de México, donde fueron víctimas de un secuestro que no pasó a más, por su decisión de arrojarse del vehículo en el que eran transportados por sujetos armados.
Uno de ellos, Carlos Eduardo Quesnel Moguel, es el encargado del rubro arquitectónico del parque Kukulcán de esta ciudad y fue, junto con su colega y también renombrado Javier Muñoz Menéndez, objeto de una estrategema para ser secuestrado.
Ambos fueron contactados vía remota desde la Ciudad de México, para ofrecerles un trabajo de alta envergadura, por lo que viajaron hasta la capital del país bajo un muy bien urdido plan, para encontrarse con “empresarios de altos vuelos”.
Según lo publicado en redes sociales, los maleantes, que se hicieron pasar por empresarios acaudalados y de renombre, pasaron por ellos al aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México, donde se subieron a una camioneta de las conocidas como “Suburban”.
Empero, momentos después se dieron cuenta que estaban acompañados por sujetos armados que los conducían a calles de dudoso rumbo, por lo que se la jugaron, al decidir, ambos, valientemente, arrojarse del vehículo, escapando de los “mentecatos”.
Maltrechos, heridos con lesiones y fracturas, sobre todo en el caso de Quesnel, que tuvo ruptura y hemorragia craneal, por lo que debió ser operado en el Hospital ABC de la Ciudad de México, lograron recuperar su libertad.
Muñoz Menéndez, quien entre otras obras ha participado en la edificación del nuevo edificio del Senado de la República, resultó con fracturas en cuatro costillas y golpes en todo el cuerpo, pero está, relativamente bien.
Es de esperarse, ojalá, que los dos arquitectos interpongan las denuncias correspondientes, esperando que se sumen a las que en algún momento harán caer en la cárcel a los delincuentes.