Mérida.- Rodrigo Pacheco Méndez lo hizo de nuevo. En su última participación en la Copa Mundial Yucatán, el yucateco dio otra demostración de calidad y consistencia para alzarse como el primer mexicano bicampeón de singles de este torneo J500.
Pacheco Méndez se sentó de nuevo en el trono con su triunfo de 6-0 y 6-3 sobre el alemán Max Schoenhaus en la cancha estadio Lorenzo Molina Casares del Club Campestre de Yucatán.
Fue un partido efectuado, después de la final femenil, en la que la checa Laura Samsonova se desquitó de la estadounidense Kaitlin Quevedo, 6-3 y 6-4 (el mes pasado, en Chengdu, China, la estadounidense doblegó a la europea).
En la rama varonil solo había un monarca mexicano, además de Rodrigo, en las 36 ediciones de este torneo: Andrés Urencio, en 1990. En ese año, venció al también tricolor Marco Osorio.
El doble título de Pacheco tiene otras aristas dignas de destacar: es el séptimo bicampeón del torneo, pero es el único que lo ha logrado siendo Grado A (o J500, como se le llama ahora).
Otro punto destacable: en singles, sumando sus triunfos de la edición 35 y los de esta, encadenó 12 victorias… ¡y todas ellas en dos sets!.
Sin duda, una excelente despedida de la categoría junior jugando en el club que lo vio “nacer” como tenista.
“Agradezco de nuevo a todos por venir a apoyarme desde el principio del torneo. Gracias por su apoyo y por su cariño”, expresó el local.
Pacheco agregó que su siguiente meta es jugar partidos de calidad e ir mejorando su nivel de juego.
“Gracias a todos por ayudarme a hacer este sueño posible. Ahora viene todo lo bueno, empieza la etapa profesional en la que iré por más buenos momentos en mi carrera tenística”.
Al hablar en general de sus rivales en la Copa Yucatán, expresó que son dos años menores que él, “pero tienen un futuro extraordinario.
“Aún les falta mejorar algunas cosas, pero tienen un futuro increíble y, bueno, felicitar a Max por su increíble torneo”, agregó el bicampeón.
“¡Fue una increíble semana! Aquí (en el Campestre) he pasado los mejores momentos de mi vida. Agradezco el apoyo de mi equipo, de mi familia, de los patrocinadores y de todos los que confían en mí”, abundó.
Max Schoenhaus abrió el partido sirviendo y tuvo ventaja de 40-30, pero luego de tres “deuces” cedió el punto a su rival, y ya no pudo hacer –o, mejor dicho, ya no lo dejaron hacer gran cosa en ese parcial, que perdió en cero.
En el segundo set, Schoenhaus consiguió emparejar a dos luego de romperle el saque al yucateco. Parecía su momento… pero fue ilusorio, ya que Rodrigo hizo lo propio acto seguido para adelantarse 3-2, 4-2… y se mantuvo hasta ganar.
“Con honestidad, aún no puedo creer que me haya coronado. Venía con la intención de ganar, obviamente, pero en realidad no pensé que me coronaría en un torneo tan bueno y con tantas jugadoras de calidad”, apuntó.
La subcampeona no buscó excusarse en nada y admitió que, sencillamente, Laura jugó mucho mejor. Intenté cambiar mi táctica, pero no me dio… No fue la presión, sólo que ella fue mejor”.
Sin embargo, añadió que se marcha contenta por su corona de dobles y ser finalista en singles. “Al final, hice un gran torneo”, aseveró antes de indicar que el próximo año sólo jugará torneos junior de Grand Slam, alternándolos con encuentros en el tenis de paga.
El segundo set fue parejo hasta el 4-4. Laura conservó su servicio para irse arriba 5-4 y luego quebró el de la estadounidense para consumar su triunfo y su coronación.
Al concluir las dos finales, se procedió a la ceremonia de entrega de premios, encabezada por el director del torneo, Jorge Haro Giffenig.
Asimismo, por el director del Instituto del Deporte del Estado de Yucatpan (IDEY), Jorge Esteban Abud, y de representantes de empresas patrocinadoras.
Haro Giffenig agradeció el apoyo de los patrocinadores, de los aficionados y de todas las personas que hicieron posible esta 36ª. edición de la Copa Mundial Yucatán.