Cancún.- El estadounidense O’Shaquie “Ice Water” Foster retuvo esta noche aquí, de manera merecida y, sobre todo, espectacular su cinturón mundial súperpluma del CMB, al noquear técnicamente al valiente, pero incapaz mexicano Eduardo “Rocky” Hernández en e último episodio de una buena pelea, la estelar de la noche, presentada aquí por Matchroom de Eddie Hearn.
Hernández iba ganando la pelea y estaba a unos segundos de hacerse del campeonato del mundo, pero le faltó ese extra en el momento clave que separa a los campeones de quienes sueñan con serlo y su anhelo no pasó de ser una aspiración bien intencionada y brava.
En la contienda principal de la velada copromovida con Cancún Boxing de José Alberto Gómez, el estadounidense cumplió su primera defensa refrendando un dominio que se vio venir desde la última parte del duelo.
Ya en el undécimo, Foster había puesto mal al mexicano y no lo pudo terminar, pero aún tuvo tiempo de hacerlo y lograrlo en el duodécimo acto en el Cancun Center Conventions & Exhibitions de esta urbe.
Ante una buena entrada, Foster inició con acierto la defensa de su cetro, ganado ante el mexicano Rey Vargas, con más golpes y velocidad.
En ese primer episodio, un recto de Foster llegó al rostro de “Rocky”, pero el mexicano siguió atacando con volados ante el desplazamiento en reversa del estadounidense.
En el segundo “Rocky” trató de cortarle el paso a Foster, quien con gran velocidad se alejaba de la zona de impacto, pero el mexicano seguía tras de él.
El tercer capítulo, “Rocky” permanecía tomando el control, golpeando arriba y abajo ante el escurridizo adversario, que recibió llamadas de atención del réferi panameño Héctor Afú.
En el cuarto asalto un derechazo de Hernández paró una intensa combinación de Foster, quien al sentir la pegada, dio marcha atrás y regresó a su plan defensivo acechando el contragolpe.
El quinto asalto llegó con el mexicano tomando nuevamente la iniciativa, mientras que el campeón “Ice Water” solo retrocedía, congelando el ataque de su retador.
Hernández logró impactar en varias ocasiones al rostro y abdomen del campeón en el sexto epispdio, lastimándolo aparentemente, pero Foster se negaba a caer.
En el séptimo, ambos se pararon en el centro del ring para conectarse, pero “Rocky” salió con la mejor parte.
En el octavo round, “Rocky” denotaba gran condición y no disminuía en su ataque sobre Foster que no dejaba de replegarse continuando la tónica de toda la pelea.
En el noveno asalto, al fin Foster se animó tomar la iniciativa llevando al “Rocky” a pelear al contragolpe, aunque al final los dos se enfrascaron en un intenso intercambio de metralla.
En el décimo “Rocky” volvió a adueñarse del control conectado repetidamente al estadounidense, quien asimilaba cada impacto y respondía todavía con velocidad.
En el penúltimo round “Rocky” fue tocado y a punto estuvo de caer; sin embargo, logró mantenerse de pie, aunque fue atacado por Foster de manera intensa; en la agonía del asalto, “Rocky lo conectó mandando al estadounidense contra las cuerdas donde los sorprendió la campana.
Luego de lograr pararse, un volado de Foster volvió a mandarlo a la lona y aunque, macho, se paró con piernas tambaleantes, sólo fue para ser víctima de los bombazos de Foster hasta que el réferi paró la pelea.
Como supervisor del CMB estuvo Marcos Arrienti, mientras que los jueces designados fueron Jorge Corini (Argentina), Nicolás Hidalgo (Venezuela) y Ed Pearson (Canadá).