Mérida.- Hace 100 años como hoy nació Rocco Francis Marchegiano…si usted no hubiera leído el título de esta reseña, quizás no habría sabido de quién se trata, como nosotros tampoco lo supimos, cuando el historiador Eduardo Amer lo mencionaba en su inolvidable “Cita en el Ring” que el entonces canal 3 de esta ciudad del sureste mexicano transmitió de 1970 a 2005.
Imagen del anuncio del programa “Las Grandes Peleas del Siglo” que poco después cambiaría su nombre a “Cita en el Ring”.
Pero si le decían: Rocky Marciano, una avalancha de imágenes de un huracán blanco, no chaparro, pero tampoco alto, compacto, tirando golpes, irrumpen en su mente.
Así, hoy se cumplen 100 años del nacimiento de uno de los grandes pesos completos de la historia, quizás el segundo mejor de raza blanca, de ese peso, tras Jack Dempsey…(perdón señores Fury y Klitschko).
Ciertamente hubo monarcas de raza blanca como él, como Gerry Coetzee, Corrie Sanders y los hermanos Wladimir y Vitali Klitscko y más recientemente Tyson Fury.
Sin embargo, ninguno logró o está en vias de lograr su legado histórico y su capacidad de convencer a la opinión pública de que merece compartir el mismo escaño de los inmortales de su peso.
Este estadounidense, hijo de inmigrantes italianos, no fue, digamos, un campeón desabrido, sino uno que convenció y conquistó en su tiempo.
Rocco Francis Marchegiano, que para efectos de este trabajo es abordado con el nombre con el que todo mundo lo conoció: Rocky Marciano, nació el 1 de septiembre de 1923, en Brockton, Massachusetts.
Fue hijo, como señalamos ya, de inmigrantes italianos Pierino Marchegiano y Pasqualina Picciuto, que con mucho, mucho trabajo y sacrificio lo crecieron e hicieron de él un no mal muchacho.
Marciano y sus tres hermanas y dos hermanos vivían en la calle James Edgar, donde la futura estrella de los cuadriláteros pasó incontables horas jugando el deporte para el que parecía, o quería estar hecho: el béisbol.
Paradójicamente, carente de fuerza suficiente en su brazo derecho para lanzar (¿quién lo diría), no llegó a más en los diamantes, pero dio el salto a una figura geométrica parecida, la del cuadrado, pero delimitado ya no por una raya de cal, sino por 12 cuerdas (como entonces eran los rings).
Un amigo suyo y de su hermano Sonny, David Rooslet, con quien jugaba béisbol, lo introdujo al fortalecimiento físico, haciendo pesas, al grado de que llegaría a tratar con el mítico Charles Atlas.
Luego de dejar la Brockton High School en el décimo grado para convertirse en un cargador de hielo y carbón de la Brockton Ice and Coal Company, trabajó como excavador en construcciones, en el ferrocarril y en el oficio que lo marcó y le dio identidad: zapatero.
Así, el “Zapatero de Brockton” fue acercándose al boxeo al que conoció de lleno en el Ejército Estadounidense, donde sirvió en el área de pertrechos en Gales en plena Segunda Guerra Mundial.
Allá participó en el torneo militar, ganando incluso el torneo de las Fuerzas Armadas de 1946. Su récord aficionado quedó en 8-4, marca mediocre que no parecía deparar lo que vendría después.
Su carrera profesional inició el 17 de marzo de 1947 noqueando a Lee Epperson en tres rounds, pero poco después dio paso al que fue el episodio más polémico de su carrera al retornar, según él, al terreno aficionado.
Allá combatió en el torneo de los Guantes de Oro del Este en marzo de 1948, donde perdió ante Coley Wallace. Luego, quiso clasificar los Juegos Olímpicos de Londres, pero fue noqueado por George Mclnnis, tras sufrir lesiones en sus manos.
Este detalle y la imposibilidad por uso y costumbre de volver al amateurismo, una vez habiendo combatido como profesional, pone una nube sobre su marca perfecta de 49 triunfos en 49 peleas con 43 nócauts, lo cual es lo oficial, aunque lo legítimo sería contar sus peleas en su “regreso” al amateurismo.
Al inicio de su carrera, Rocky cambió su apellido de su último nombre Marchegiano (pronunciación italiana). El anunciador del ring en Providence, Rhode Island, no pudo pronunciar Marchegiano.
Allá fue cuando su manejador, Al Weill, sugirió que se creara un pseudónimo. El primero fue “Rocky Mack”, pero Marciano lo rechazó.
Entonces, las partes involucradas decidieron y coincidieron en el sonido más italiano como “Marciano”, con la pronunciación italiana de Martiano.
El ascendente zapatero ganó tres peleas más por nócaut cuando se enfrentó en su pelea 17 al curtido, Don Mogard (17-9-1) a quien ganó por decisión unánime quedándose aquel con el honor de ser el primero al que el gran Rocky no pudo noquear.
Tras sumar más triunfos y más nócauts y luego de casi matar sobre el ring a Carmine Vingo (16-1-0) en Nueva York, el prometedor Marciano subió al ring a pelear con el duro Roland La Starza, ganando por decisión dividida. La Starza estuvo muy cerca, como ningún otro boxeador, en derrotar a Marciano como profesional.
Las anotaciones de los jueces fueon 5-4, 4-5 y 5-5 ganando Marciano por el sistema de puntuación suplementario utilizado por New York and Massachusetts en ese tiempo.
Este sistema de anotaciones, daba un punto extra por una caída por golpe y Marciano lo tiró en la pelea.
El árbitro Watson decidió la pelea, con anotación de 9-6 para Marciano. Ambos boxeadores nunca habían sido derrotados en el momento de la pelea con récord de La Starza de 37-0-0.
Tras seguir sembrando su camino de cruces, debutó como protagonista en la televisión el 12 de julio de 1951 noqueando en seis rounds a Rex Layne con magnífica marca de 31-1-2.
Así, llegó su primera gran pelea, el 27 de octubre de 1951, cuando a los 28 años, se enfrentó a la sombra de Joe Louis, ya para entonces de 37 años y al que dio una paliza, tirándolo a la lona.
Se dice, y es leyenda creída, que luego de bajar de la tarima, Rocky lloró a mares por haber noqueado y humillado al ídolo de su juventud temprana.
Tiempo después, un Marciano, ya de 29 años, peleó por el Campeonato Mundial de los Pesos Pesados ante el veterano Jersey Joe Walcott en Philadelphia el 23 de septiembre de 1952.
Allá sufrió una sorpresa al ser tumbado en el primer asalto, aunque con castigo constante, debilitó lo que quedaba de Walcott al que acabó en el round 13.
Jersey Joe, por cierto, iba ganando el duelo de manera unánime a dos rounds de que concluyese. Fue algo parecido, o idéntico, a lo que le ocurrió a Billy Conn con Joe Louis en la primera pelea entre ambos.
Volvió a pelear con el viejo Jersey Joe, pero esta vez lo acabó fácil y de manera expedita en un solo round y también, en revancha, le dio la oportunidad a La Starza al que acabó en 11 vueltas.
Sus siguientes dos peleas consecutivas fueron contra el otrora campeón mundial de peso pesado, el legendario y brillante Ezzard Charles, quien fue el único boxeador en terminar los 15 rounds contra Marciano.
No conforme, solicitó la revancha y el campeón, buscando legitimar su condición no de monarca, sino de triturador, lo logró al despacharlo en ocho giros.
En su última pelea contra el viejo Archie Moore, Rocky sufrió otra sorpresita al ser enviado al tapiz, pero pudo recuperarse y echar todo por delante para consumar su triunfo y su última defensa en nueve rondas.
Rocky Marciano anunció su retiro el 27 de abril de 1956, joven, no golpeado, entero, tan solo a la edad de 32 años, como pocos lo hacen.
Ya fuera del boxeo, condujo un programa semanal de boxeo en la televisión de su país y también fue réferi y comentarista del deporte que le dio fama y al que él le dio solidez y una figura que llenó suin problemas la ausencia de Joe Louis.
No tuvo la misma siuerte de otro púgil de ascendencia ítala, Willie Pep, quien también se desplomó en un avión, pero con todo y fracturas y daños vertebrales, sobrevivió y volvió a boxear.
Su muerte causó virtualmente luto nacional y congoja en miles, entre ellos el propio Carmine Vingo al que había dejado en coma en su pelea y con el lado derecho de la cara paralizado.
Vingo, quien se convirtió en amigo suyo, luego de lo ocurrido entre ambos, lamentó mucho su partida negándose a ver muerto a aquel que casi le había arrebatado la vida.
Su esposa Bárbara Cousins, paradójicamente murió a los 46 años tiempo después (1974) víctima de cáncer pulmonar. Procrearon a Marry Ann y adoptaron a Rocco Kevin.
Marcheggiano, o Marciano, pertenece al Salón de la Fama del Boxeo Internacional en Canastota desde 1990.