Mérida.- El combativo prospecto campechano Ángel “Petrolero” Patrón atravesó un infierno, durante buena parte de los 24 minutos de su pleito de este sábado 17 ante el capitalino Jaime Ruiz Jacobo, a quien logró vencer en ocho rounds en la apreciación de los jueces, para mantener su invicto y lograr el triunfo más difícil y duro de su aún corta carrera en el boxeo profesional.
En el complemento de la velada de Max Boxing, Patrón sufrió muchísimo, pero al final ganó por decisión mayoritaria de 78-72, 75-75 y 77-75 al del altiplano en un resultado que fue respondido con rechiflas en su mayoría, pero también con aplausos.
Para nosotros, el “Petrolero” perdió la pelea, pero también es justo y necesario negar que haya habido robo alguno, pues fue una pelea cerrada en la que el ahijado de Francisco Calderón tuvo la fortuna de que a su rival le bajasen un punto en el último episodio del combate, que además ganó.
Jaimito, “pero no el cartero” sufrió, además una caída en el primer episodio, luego de que estuvo a punto, a una nada de tumbar al “Petrolero” Patrón por vez primera en su carrera.
En ese primer episodio, el del centro del país salió respondón desde el inicio y con un gancho cortito sorprendió y le aflojó feo las piernas al “Petrolero” que no se fue a la lona, nada más porque Dios es grande.
El “huach” no se arredró, atacó y golpeó al “Petrolero” que también dio lo suyo, para terminar un primer round que, para nosotros no fue de 10-8 (según los cánones actuales, cuando hay una caída) sino 9-8 por el esfuerzo y logros del visitante.
El segundo y tercer episodios fueron parejos, con un “Petrolero”, macho como su temperamento lo obliga a ser, pero fallando la estrategia (así lo creemos) al ir por su rival, lo cual no estaba del todo mal, aunque lo que si estuvo es que se fue al terreno corto, siendo un boxeador con mayor alcance de brazos.
Patrón, con preocupación, se pasó toda la pelea tratando de conectar a la cabeza y se olvidó de golpear al cuerpo y a los brazos, para restarle velocidad a Ruiz Jacobo, quien poco a poco se adueñó del ritmo del pleito y fue imponiendo su estilo.
Ciertamente, golpear al cuerpo de un rival zurdo, sobre todo a la zona hepática, es difícil, pero se puede golpear a los costados (¿verdad Juan Herrera y Guty Espadas?), un arte que prácticamente se ha perdido en el boxeo de hoy día, donde todos tiran a la cabeza, buscando espectacularidad y resultados inmediatos.
El golpeo al cuerpo, y especialmente a los costados es esencial para disminuirle los ímpetus gradualmente a un rival veloz y fuerte, pues genera inflamaciones en la caja toráxica, oprimiendo los músculos de la zona y los pulmones y restándole capacidad respiratoria a la víctima.
Ya para el cuarto episodio, era claro que Jacobo, “perech” quizás, pero ya ganaba la pelea desconcertando al “Petrolero” que se veía sabedor y entendedor que iba a tener que rifársela, para seguir invicto.
Y sí, el carmelita, valiente como lo es y como ratificó este sábado, nunca dejó de ir en pos de su rival, pero nos parece que recibió la peor parte y que el capitalino se vio dominador.
En el último episodio, “Jaimito, pero no el Cartero” cedió un poco y resultó ahora ser la víctima y en una de esas, le soltó un cabezazo con mala leche a Patrón, por lo cual fue reconvenido por el réferi Mario “Bigotes” Mena.
Segundos después, otra acción ilícita, innecesaria, porque no estaba en malas condiciones del propio Jaime Ruiz, generó otra llamada de atención y el descuento de un punto por parte del ahora “ex bigotón”.
Hubo quien chifló y hasta uno de los técnicos capitalinos de la televisora que transmitió el evento criticó la decisión de Mena, calificándola como localista, pero al menos a nosotros, nos quedó claro que fue una decisión muy bien tomada.
La pelea terminó y vino la decisión que fue de 78-72, 75-75 y 77-75, para el jovencito de Ciudad del Carmen que siguió su marcha imbatida en el pugilismo.
A la esquina opuesta y a muchos aficionados les disgustó el veredicto, nosotros no estamos tampoco de acuerdo, pero lo respetamos entendiendo que podemos estar equivocados, pues además fue un fallo cerrado.
La caída en el primer round, que quizás los jueces consideraron 10-8 (debió ser 9-8) y la reducción del punto, quizás pesaron a la hora de la decisión.
Al joven “Petrolero” Patrón no le fue tan mal como a Zaíd Rejón; incluso podríamos decir que le fue mucho, mucho mejor, pues además de que no perdió ganó la mayor experiencia que ha tenido en sus más de 10 peleas previas.
El “Petrolero” Pujó con todo lo que tuvo, demostró que tiene con qué competir y ganar en situaciones duras, extremas, o casi extremas. Ojalá que tras esto se dedique aún más y que ojalá le haya llegado el mensaje como esperamos le haya sucedido al buen “Colorado”.
OTROS RESULTADOS
Por su lado, el sonorense Yahir Alan Frank, uno de los más avanzados púgiles de Max Boxing no tuvo mayores problemas ante el filipino Jerven Mama y lo acabó a los 50 segundos del 4o round por la vía del nócaut técnico, bien decretado por nuestro ahora “ex bigotón” Mario Mena.
Mama (no es de Tenabo) cayó dos veces y se levantó en ambas, pero ya en la segunda no sabemos si le guiñó un ojo a Mena, o si se veía mal, pero ya no lo dejaron seguir. No se le veía con qué superar al bombardero norteño.
Asimismo, en peso súperpluma, Ángel Garrido, un chaparrón sólido, macizo, con estampa de “pirinola” logró su segundo éxito como profesional al vencer al debutante cubano Marcos Peña por decisión unánime en cuatro episodios.
Con ganas, denuedo, yendo hacia adelante, la “Pirinola” Garrido sumó los puntos y logró el daño necesario para lograr una ventaja clara sobre el antillano que no se vio mal, pero del que esperábamos bastante más.
El chamaquito yucateco, eso sí, acusó deficiencias técnicas que podrá ir puliendo en el futuro cuando cambie de esquina, pues la que tiene solo le ayudará a llegar a cuatro o, si acaso, a seis rounds.
Por su lado, Cristian “Pelón” Díaz derrotó por decisión unánime en seis episodios en peso súpergallo a Gabriel Tacu en una pelea que aportó nada extraordinario.
A su vez, Alexis Martín Razo logró su primer éxito como profesional, luego de dos derrotas y un empate al vencer en cuatro rounds en peso súperligero al debutante Diego Chan, a quien derrotó merecidamente.
Ambos en un peso que no les corresponde, sobre todo por su físico pequeño (principalmente Razo) le metieron ganas, pero Razo, marcó diferencias, desde el round inicial al tumbar a Chan y callar a su numerosa porra que lo acompañó al Siglo XXI.
El triunfo del chamaco Razo, quien gozó su muy merecido éxito hasta estallar en lágrimas, fue por la vía de la decisión al cabo de 12 minutos de fragoroso combate.
En otro resultado, el kilométrico jalisciense Rubén Aguilar dejó sentado en su banquillo al valiente carmelita Ángel “King” Ramírez al inicio del tercer episodio.
Aguilar le “cosió la panza” a “madrazo limpio” al isleño con sus larguísimos brazos y tremenda fuerza, durante seis minutos en los que el paisano de Óscar y Francisco Calderón no cayó, aguantó de todo.
Lastimado, desfondado y entendiendo que no podía hacer nada para ganar, King decidió sabia e inteligentemente, sin detrimento de su virilidad y honor, escuchar los 10 segundos del réferi Josué López Carcaño “Resortitos”.
Por su lado, en súperligero, a seis episodios, el valiente campechano, Alfredo Pacheco, “se la sacó” de donde solo Dios supo cómo y con denuedo, enjundia soportó todo al capitalino Leonel “Príncipe” Moreno que parecía haber hecho lo necesario y obvio para ganar.
Moreno dio los mejores golpes e impuso condiciones, pero los señores jueces consideraron que el campechano hizo mejor las cosas y le dieron la victoria por decisión mayoritaria.
Agradable sorpresa dio, en otro pleito, el debutante meridano Miguel “Predicador” Flores, quien con muchos “hvos” enfrentó y soportó todo en peso gallo a cuatro episodios, a José María “Chema” López, por decisión unánime.
Flores, que jamás había combatido como profesional no se arredró ante el lujoso escenario ni ante el mayor empaque de su rival, al que le dio, en más de una ocasión, sus buenos trancazos, aunque no le alcanzó para ganar.
Sí, perdió, pero robó cámara con sus ganas, su decisión y su voluntad de ir hacia adelante y pegar y hacer daño, como sí lo logró sobre Chan.a cuyas porras calló.