Utah.- El destacado torero mexicano Rafael Ortega murió este lunes a los 53 años, tras permanecer hospitalizado de emergencia en esta provincia estadounidense, a consecuencia de un paro cardiorespiratorio hace cinco días.
Ortega, torero de carácter, icónico de este siglo en la fiesta brava mexicana, era un hombre sencillo, amable, pero con un carácter muy fuerte.
Ello quedó demostrado en una ocasión en la Plaza de Toros de Tijuana, donde sostuvo un conflicto con otra gran baraja taurina, Eulalio López “Zotoluco”, que estuvo a una nada de concluir con ambos golpeándose junto al toro.
Ortega se desvaneció, luego de entrenar para un triatlón y sufrió una inflamación encefálica (cerebral), producto de un paro cardiorrespiratorio que no fue precisado como un simple paro, o un infarto.
Tras haber sido hospitalizado, su cuerpo no respondió a los medicamentos y esfuerzos de los médicos que, primeramente le generaron una muerte cerebral y ya luego el deceso biológico total.
Ortega, además de haber sido torero, fue político (diputado en su natal Tlaxcala) y empresario en diversos giros (quepd) que le permitieron hacer una buena fortuna económica.
Nació el martes 10 de marzo de 1970 en la provincia mexicana de Tlaxcala, conocida por ser un enclave taurino con múltiples ganaderías de toros bravos.