Mérida.- Con dos carreras en el fondo de la novena entrada, la segunda de “caballito”, los Bravos de Chicxulub Pueblo pusieron fin a una historia de infarto con el “Walk-off” que les dio un electrizante triunfo de 5×4 sobre los Azulejos de la Dolores Otero, a los que derribaron del trono.
El triunfo, que significó la “barrida” en la serie, permitió a los de Chicxulub Pueblo avanzar a la final de la Liga Meridana de Béisbol y siguen soñando en su debut en el circuito, ahora ya no con llegar a la final sino con ser campeones, tras su victoria, esta tarde, en un pletórico campo de Cordemex.
Los Bravos siguen imparables al ligar su sexto triunfo consecutivo y buscarán, contra los Senadores de la Morelos, el campeonato de la temporada 2022-2023, como lo hicieron los Constructores de Cordemex que fueron los reyes del circuito invernal en 2015-2016.
El segundo juego de la semifinal fue un sensacional duelo de volteretas, en donde su majestad el pitcheo impuso condiciones en las primeras cuatro entradas, con los Bravos dejando escapar las oportunidad de inaugurar el marcador.
Marco Quevedo, por el anfitrión y el cubano Kuglai González, por los Azulejos, mantuvieron la división de roscas en el marcador que lo activó el local con elevado de sacrificio de Óscar Marten, quien remolcó a Rafael Ayuso en el quinto episodio para el 1×0 que le dio la ventaja a la novena de Chicxulub Pueblo.
En el siguiente episodio, el equipo emplumado le dio la vuelta a la pizarra con dos carreras. El lanzador capitalino le firmó boleto de libre tránsito a la inicial a Alan Fernández y admitió imparable de Jairo Martínez.
Luego, Reynier Romero abrió por tercera ocasión el orden al bat del visitante y disparó incogible que envió a la registradora a Fernández con la carrera del empate y tras uno fuera, Fabián Urbina, con sencillo al derecho impulsó a Martínez para el 2×1.
Romero se resintió de una lesión en ruta a la antesala por lo que no pudo aprovechar la pifia del jardinero derecho, David Silveira para aumentar la ventaja.
Con la inicial desocupada, Fabián “Buffy” Segovia ordenó la base intencional al peligroso Osniel Maderas y la estrategia funcionó ya que Quevedo retiró por la vía de los strikes a Armando Manzanilla, (sorbió tres chocolates) y a Julio Pérez.
La paridad en el marcador se registró en el “Lucky Seven” con jonrón solitario de Luis Fernando Medina, sobre las serpentinas de Carlos Pech, quien relevó a González y a la postre fue el derrotado.
Asimismo, con batazo con la potencia suficiente que apenas rebasó la verja del jardín derecho con Marco Antonio Guzmán en los senderos, sobre los lanzamientos del cerrador Mario Morales, quien se acreditó la victoria en relevo a Gilberth Irigoyen.
En el cierre, los Bravos se acercaron con otro bambinazo, ahora de Usiel Valenzuela, quien en la semifinal acumuló tres vuelacercas.
Un hit, un sacrificio, un pecado en el tiro de Fabián Urbina al torpedero en fallido intento de una doble matanza, propició la carrera del empate que anotó Rafael Ayuso.
Un wildpitch de Pech colocó a corredores en posición de anotar, por lo que la base por bolas que ordenó Oswaldo Verdugo para llenar los senderos en busca de la doble matanza con la que terminaría la amenaza, se frustró por la base por bolas que recibió Usiel Valenzuela.
Ello le permitió a Juan Pablo Cauich, de corredor emergente por el bateador emergente Pedro León, anotar de “caballito”, la carrera del triunfo que generó una fiesta en Cordemex.
El próximo sábado, en el campo de la Unidad Morelos, los Senadores le darán la bienvenida a los Bravos de Chicxulub Pueblo, que llegarán motivados a su primera final en el circuito invernal.