Los Angeles.- El gran boxeador estadounidense Deontay Wilder finalmente ganó una batalla contra la natural amargura de la derrota, contra su ego y, contra sí mismo.
Luego de negar, sobre la tarima a reconocer la clara, contundente victoria de Tyson Fury y consagrarse como el campeón mundial de los malos perdedores, el gigante de Tuscaloosa, Alabama, decidió hoy, vía twitter, abdicar a ese “trono”.
Este jueves, Wilder hizo una amplia declaración en redes sociales, reconociendo así el triunfo del “Rey de los Gitanos”, y de los pesos completos:
“¡Vaya, qué noche tan increíble! Ante todo, me gustaría agradecer a Dios por permitirme darle al mundo otra parte de mí que está impulsada con pasión y determinación.
“También me gustaría agradecer a mi equipo y a mis fans por estar a mi lado durante este largo proceso”, agregó el fortísimo ponchador.
“No obtuvimos la victoria, pero un hombre sabio dijo una vez que las victorias están dentro de las lecciones. Aprendí que a veces hay que perder para ganar. Aunque quería la victoria, disfruté viendo a los fanáticos ganar aún más”.
“Con suerte, probé que soy un verdadero guerrero y un verdadero rey en este deporte. Con suerte, nosotros demostramos que no importa cuánto te golpeen las pruebas y tribulaciones, siempre puedes levantarte para vivir y luchar de nuevo por lo que crees”.
En el espectacular combate del sábado, Fury mandó a la lona a Wilder en el tercer round, pero en una gran reacción, Wilder mandó dos veces a la lona al británico en el cuarto, para emparejar las acciones.
Fury derribó a Wilder nuevamente en el décimo, pero se recuperó al final. Fury fue por el nocaut en el décimo primer round, con una potente derecha que mandó liquidado a Wilder a la lona.