Foto del buen amigo Luis Pérez Guarneros.
Mérida.- Sabido es que los presentadores (no todos, pero sí la mayoría) de boxeo de hoy día basan su desempeño en exaltar lo sentidos y las emociones primarias de su audiencia.
Su método son las expresiones estentóreas, gritos, alusiones a dobles sentidos, o incluso, de plano, insultos.
Son ya (insistimos, no todos) no comentaristas, ni siquiera narradores, sino animadores que generan estímulos.
Estímulos que causan reacciones elementales como la risa, y emociones súbitas, tendiendo a entretener, no a reseñar…mucho menos a educar sobre el tema.
Alguien que vivió la mejor época del boxeo mexicano y que fue, incluso, protagonista de ella, lo explica así:
“Los comentaristas no conocen de boxeo ya, sólo conocen de la historia de 20 años para aquí”, sintetizó Jesús “Choláin” Rivero.
Rivero, considerado junto con Amílcar Brusa (Quepd) de los principales maestros de boxeo de la historia en Latinoamérica, declaró al respecto en un transmisión en facebook que hizo el psicólogo deportivo, Miguel Fritz.
El reputado personaje de boxeo y de la intelectualidad, agregó:
“Los comentaristas no dicen nada de los grandes boxeadores, porque no los conocieron y no los conocen.
“No han ido a buscar la historia del boxeo”, consideró quien dirigiera a Miguel Canto y Óscar de La Hoya.
“Creo que es una limitación de los comunicadores de la televisión…un comunicador de tv debe de ser un maestro para hacer comentarios”, agregó.
Así, prosiguió Jesús “Choláin” Rivero, de ya 91 años, el público se enteraría de las distintas técnicas que existen o han existido.
La percepción del reputado manejador, el mejor de la década de los 70´s en México, según la Comisión de Boxeo del Distrito Federal (CBDF) es compartida unánimemente por aquellos que pueden comparar lo actual con lo pretérito.
Nota de la Redacción: Para nosotros, los únicos que se salvan de esa “quema” son, en primer lugar, Eduardo Lamazón.
Al experto argentino-mexicano, le siguen, a nuestra consideración gente como Ricardo “Finito” López.
Y, cuando interviene, Marco Antonio Barrera, que habla con propiedad y no como un “mamarracho”.