Mérida.- Península Deportiva rinde este domingo un sentido y, por demás, merecido homenaje a uno de los informadores más influyentes y queridos en la historia del deporte, no en México, sino en habla hispana.
Al cumplirse hoy 20 años de su muerte física, Jorge Alarcón Rubio emerge, para las nuevas generaciones (quienes lo conocimos nunca lo hemos olvidado) como un ejemplo de lo que un periodista (no simple cronista) deportivo debe ser.
Junto con Ángel Fernández y su pareja en el boxeo, el sr. Antonio Andere Daher, “Sonny” se mantuvo siempre en ese sitial que rondó la perfección.
LOS MEJORES EN RESEÑAR CON “CHISPA”
Pero él y Ángel Fernández lograron, como nadie, representar en las mentes de millones esa ya extinta capacidad de los presentadores deportivos, de amalgamar cultura en general, elegancia en el bien hablar y una “chispa” que prendía a sus millones de seguidores.
Una voz privilegiada, conocimientos vastísimos, y su capacidad de agarrar a “bote pronto” situaciones súbitas en una pista de carreras, diamante o ring e improvisar una analogía con la cultura en general, o con la idiosincrasia mexicana eran su sello.
Su voz grave, que alcanzaba buen nivel de decibeles, reseñó por décadas en los micrófonos de Televisa y otras empresas carreras de caballos, de atletismo, fútbol, deportes invernales y, claro, las que creemos fueron sus máximas especialidades: el béisbol y el boxeo.
Jorge Alarcón Rubio nació en la Ciudad de México (Colonia San Rafael) el 20 de febrero de 1918, aunque creció en la Colonia del periodista.
Su vocación le vino en la sangre, pues su padre, Benjamín Alarcón se dedicaba al apasionante, divertido, pero ingrato oficio del periodismo.
Y aún más ingrato para la rama deportiva, que es la más leída y la peor pagada.
Eso no le importó al chamaco Alarcón, que a los 17 años comenzó a trabajar ni más ni menos, que bajo las órdenes del dueño y fundador de los Diablos Rojos del México, Ernesto Carmona.
Pero no comenzó trabajando ni en los Diablos ni en medio alguno de comunicación, sino en una tienda de artículos deportivos del icónico “Papá Diablo”.
Hacia 1940, demostrando ser sumamente responsable pese a su corta edad, por la amistad de Carmona con el periodista Alejandro Aguilar Reyes “Fray Nano”, entró a trabajar al diario La Afición.
LLEGÓ A LA REDACCIÓN DE LA AFICIÓN…Y DE AHÍ, P´AL REAL
En ese, el primer diario deportivo del mundo, “”Sonny” trabajó en diversos departamentos, hasta que llegó a donde quería y de donde ya no se movió: la Redacción.
Fue así como empezó el maravilloso oficio que pocos, como él convirtieron en profesión: el ser reportero.
Así inició una carrera de 60 años que solo la muerte pudo acabar.
Tipo serio, de presencia que imponía, alto espigado y con un timbre de voz fuerte, poco a poco se fue abriendo paso y haciendo un nombre al que le dio un distintivo que fue acorde con su personalidad: “Sonny”.
El “mote” fue una sugerencia de su padre, que “pegó” bien y permaneció hasta después de la muerte de su hijo, que hoy conmemoramos en su aniversario 20.
Don Jorge trabajó unos 40 años en la prensa escrita en diversos medios impresos como “El Universal Gráfico”, “Diario de la Tarde” y revistas como “Hit”, que luego se convirtió en el “Súper Hit”.
Este héroe, porque eso fue, un héroe, sin embargo, alcanzaría fama al mostrar toda su capacidad en medios electrónicos, en los que también hizo gala de su conocimiento sobre los deportes, pero además de algo que lo distinguiría de los demás: su voz.
Debutó en la radio en la estación XEPH, donde tenía el programa Radio Deportivo y a partir de eso fue presentador y maestro de ceremonias de diversos actos, anteponiendo su elegancia personal y verbal.
A LA TELEVISIÓN DESDE 1958
Ya conocidos él y sus capacidades y con el advenimiento de la televisión, fue llamado en 1958 a integrarse a las filas de Telesistema Mexicano, que luego se habría de convertir en Televisa.
En esa empresa trabajó de manera constante hasta 1994, tras lo cual siguió participando, pero de manera intermitente hasta 2000, cuando tuvo su última intervención en los Juegos Olímpicos de Sydney.
En ese lapso cubrió todos los Juegos Olímpicos, desde los de Tokio en 1964, hasta los de Sydney, meses antes de su muerte.
Jorge “Sonny” Alarcón también fue a varios Mundiales de Fútbol a partir del de México 1970 y a peleas por título mundial (cuando lo eran realmente) en diversas partes del planeta.
Y ni que decir de las decenas de Series Mundiales a las que sin falta acudió, sobre todo tras el “boom” de Fernando Valenzuela en 1981.
También desde la década de los 60´s narró los juegos de los Diablos Rojos del México en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), al tiempo que Pedro “Mago” Septién hacía lo propio con los de los Tigres.
Su ya recia presencia en los medios lo hizo estelar del periodismo y la crónica electrónica mexicanas, por lo que era constantemente enviado a cualquier parte del mundo a traer las incidencias a México.
Su facilidad y rapidez verbal, acompañadas de su excelente y preciso dominio del idioma, para adjetivar, hacer analogías y de ahí sacar ocurrencias cómicas, pero sobre todo chuscas, sin caer en la vulgaridad o en el doble sentido, lo mantuvieron por décadas en el gusto y demanda de los fans del deporte.
EN PROBLEMAS POR DECIR LA VERDAD
Honesto, se metió en problemas en más de una ocasión por decir la verdad y respetar la inteligencia de los aficionados y no pretender desviar lo que sucedía en el escenario sea una cancha, diamante, cuadrilátero, o lo que fuera.
Así lo hizo en dos ocasiones en peleas de Julio César Chávez en las que dijo palabras más, palabras menos: “salvo su mejor opinión señor aficionado, creemos que Julio César va perdiendo”.
En la segunda, en la revancha contra Frankie Randall, que Chávez ganó por una discutida decisión técnica, le causó un problema en Televisa.
Su final llegó en aquél enero de 2001, recién pasando el primer año del nuevo milenio, pocos meses después de un fuerte accidente en Sydney.
Estaba ya próximo a cumplir en unos días más, 83 años de edad, cuando falleció por diversas complicaciones.
Jorge “Sonny” Alarcón fue, sin duda un referente del deporte mexicano y podríamos decir hispanoamericano del Siglo XX.
Sin duda alguna y con toda certeza y seguridad, quien esto escribe puede asegurar que conformó, junto con el sr. Andere Daher (otro gran maestro del lenguaje y muy emotivo) la mejor pareja de narradores de boxeo en lengua castellana y quizás en cualquier idioma, que haya existido.
DIDÁCTICOS Y ANALÍTICOS
Ambos entretenían, emocionaban y divertían, pero sobre todo hacían dos cosas que hoy se han perdido: Educaban a la afición y la enseñaban a analizar.
No necesitaban pegar de gritos, hacer sonidos raros, parecer bufones o insultar, para llamar la atención de los aficionados que hoy, si acaso, solo se entretienen y se divierten.
Hoy, a 20 años de su deceso, recordamos con respeto y agradecimiento, pero sobre todo con nostalgia por lo que con él se fue, a Don Jorge “Sonny” Alarcón Rubio.
Que en Paz Siga Descansando.
Excelente historia de uno de los más cronista-periodista se todos los tiempos.
Las crónicas de las postemporadas MLB no son las mismas sin sony Alárcon y mago septiem. Felicidades.
Es usted muy amable, ojalá que sus parientes pudieran tener acceso a esta información.