Primero George Foreman y ahora Livingstone Bramble
San Cristóbal.- El mundo del boxeo está de luto tras el inesperado fallecimiento de Livingstone Bramble a los 64 años.
Su muerte se suma a la ocurrida apenas el viernes pasado de George Foreman, quien murió a los 76 años, también de manera inesperada.
Aunque las causas de la muerte de Bramble, como las de Foreman, no han sido reveladas, su legado como campeón de peso ligero de la AMB entre 1984 y 1986 perdurará en la historia del pugilismo.
Trayectoria destacada de Livingstone Bramble en el boxeo
Nacido en San Cristóbal y Nieves, Bramble se convirtió en profesional en 1980.
Es especialmente recordado por sus dos victorias sobre el gran estadounidense Ray “Boom Boom” Mancini.
La primera, en junio de 1984, le otorgó el cinturón de peso ligero de la AMB, tras un combate que se resolvió en el decimocuarto asalto por KO técnico.
Retuvo el título en la revancha contra Mancini por decisión unánime en 1985 y contra Tyrone Crawley antes de perderlo frente a Edwin Rosario en 1986 por KO.
Un personaje excéntrico dentro y fuera del ring
Bramble no solo destacó por su habilidad en el cuadrilátero, sino también por su personalidad singular.
Conocido por su estilo de vida rastafari, solía ingresar al ring con una serpiente alrededor del cuello.
Además, tenía mascotas con nombres peculiares: una boa constrictor llamada “Perro”, un pit bull terrier llamado “Serpiente” y un hurón llamado “Araña”.
Durante la promoción de su segunda pelea contra Mancini, Bramble llevó un muñeco vudú a una conferencia de prensa y simuló pincharle los ojos con una aguja, lo que aumentó su reputación de excéntrico.
Un mal ejemplo al qué seguir
Duva tenía un visión un tanto peculiar sobre su estilo: “Les digo a mis jóvenes boxeadores que, si quieren hacerlo todo bien, no vean a Bramble.
“Pero a final de cuentas lo hace todo mal, pero resulta que todo le sale bien.
“Sus rivales ya sobre el ring, no saben qué viene después, y esa pausa para intentar descifrarlo, entenderlo, finalmente se convierte en su perdición”.
Además, bromeaba: “Después de cada una de sus peleas, me internan en un psiquiátrico durante diez días para recuperarme.
No lo puedo controlar, no se le puede educar, no me escucha”, reía el gordo y mal geniudo manejador al recordarlo.
Un legado complejo
La carrera de Bramble se extendió hasta 2003, acumulando un récord de 40 victorias (25 por KO), 26 derrotas y tres empates.
Aunque su desempeño decayó en los últimos años, su impacto en el boxeo, especialmente en la década de 1980, es innegable.