San Luis Potosí.- Misael “Chino” Rodríguez puso fin a la “telenovela” con Omar Chávez al vencerlo en otra pelea que solo aportó morbo y nada boxístico, para acabar con un capítulo nada edificante de este deporte y, quizás, la carrera (ojalá) del menor de la dinastía más controvertida de la fistiana mexicana.
En una pelea de bajo nivel, de ritmo semilento, con dos boxeadores lejanos a un nivel que merece la audiencia que pagó, y también la televisiva, Rodríguez venció al jr. por decisión unánime.
Rodríguez, luego de unos primeros rounds de parsimonia, tomó el control de las acciones, lanzando y dando los mejores golpes sobre “Omarcito”.
Chávez quiso reaccionar en el quinto episodio y lo hizo conectando y acertando unos golpes que sacudieron, mas no pusieron en peligro la verticalidad de su rival.
EL SÉPTIMO NO FUE EL DE LA SUERTE
Eso no sucedió con Chávez, quien en el séptimo episodio, ya habiendo Rodríguez recuperado aliento, lo puso a tambalear con golpes al cuerpo.
Sin hacer gran cosa, Rodríguez mantuvo la ventaja en las acciones hacia el fina, para quedarse con un triunfo insípido, pero legítimo.
Al final, el réferi César Castañón le levantó la mano al vencedor y menos malo de ambos púgiles.
A la vera del ring, “Papá Chávez” solo veía como una vez más hacerse realidad aquella de “nunca las segunda partes…ni las terceras han sido buenas”.