Manatí.- El australiano Liam Paro echó un cubetazo de agua con hielo a la afición boricua al vencer por ajustada, pero merecida y loable decisión unánime de los jueces al ídolo local Subriel Matías, para destronarlo como campeón mundial súperligero de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).
Fue el pleito estelar de una cartelera que se llevó a cabo en el Coliseo Juan Aubin Cruz Abreu en esta localidad de Puerto Rico, donde todo mundo, hasta los muertos, esperaban la victoria del local y vieron y soportaron la del australiano.
El australiano Paro se mantuvo más activo en buena parte del combate, hasta conseguir una merecida victoria de 115-112, 115-112 y 116-111 en las tres tarjetas de los jueces, a pesar de que el referí Luis Pabón le restó un punto en el séptimo asalto.
Un enérgico Paro (25-0 15 nócauts), ganó asalto tras asalto contra un Matías (20-2 con 20 kos) que tuvo un inicio lento y que tardó en “calentarse” y cuando lo hizo halló un rival resistente y dispuesto a soportar todo.
A lo largo de cinco rounds, quedó claro que Paro estaba ganando la pelea y Matías, habitualmente activo, no estaba lanzando tantos golpes como se esperaba.
Los pies planos de Matías y su incapacidad para cortar el ring o infligir daño a Paro fueron su perdición, ya que su rival lo evadió de manera efectiva en largos períodos.
Matías, de 32 años, era real, y la esquina de Paro habló de una urgencia repentina necesaria en el séptimo round a medida que Matías crecía en confianza. A pesar del cambio de ritmo, Paro encontró un segundo aire y volvió a boxear bien en el noveno y décimo asaltos.
Con esta sorpresiva victoria, Lian Paro mejoró su palmarés a 25-0, con 15 nocauts, mientras que Subriel Matías cayó a 20-2, con 20 nocauts.
En otros resultados, el peso superligero Alfredo Santiago (15-2, seis nócauts) ganó por decisión unánime en diez asaltos al peso ligero número tres de la OMB y número 14 de la FIB Ángel Fierro (22-2-2, 17 nocauts) en una pelea por el título de 140 libras de la OMB-NABO. Las tarjetas fueron 99-91, 98-92 y 98-92.
