Ciudad de México.- Los Diablos Rojos del México, 56 años después, lograron un triunfo histórico este domingo, al vencer 4×2 a los Yanquis de Nueva York en el Estadio Alfredo Harp Helú de esta capital, donde al equipo más glamoroso del béisbol y del deporte mundial se le cae su aureola mítica, inmortal.
Como en aquél 1968, cuando los del Bronx vinieron a esta urbe a enfrentar a los pingos que los derrotaron con soberbia actuación monticular de Ramón Arano, los hoy dirigidos por el manager Lorenzo Bundy sabían que esta era una oportunidad única.
Y no la desaprovecharon.
En una memorable tarde, Robinson Canó, haciendo las veces del gran Arano en ese ya lejano 1968, se llevó la jornada dominical con un cuadrangular, dos carreras impulsadas, mientras que, desde la lomita, los pitchers de los Diablos estuvieron a la altura, no les tembló el pulso.
Trevor Bauer se plantó en la lomita por primera vez como diablo y lo hizo de gran manera, pues, aunque otorgó base por bola a Oswaldo Cabrera, se fue ileso en su salida tras retirar a Anthony Volpe, Giancarlo Stanton y a Óscar González.
La pizarra la abriría Robinson Canó, con un espectacular cuadrangular en la cuarta entrada, que hacía explotar el infierno.
Para el sexto inning, los Diablos extenderían su ventaja 3×0 gracias a las carreras de Canó, quien fue remolcado por Japhet Amador, y una de José Rondón, quien pisaba home impulsado por Arístides Aquino.
Un rollo más tarde caería la cuarta y última carrera escarlata a manos del capitán Juan Carlos Gamboa, quien fue impulsado por el héroe de la tarde, Robinson Canó.
El pitcheo de Diablos se fajó, y ante una novena con nombres como Anthony Volpe, Giancarlo Stanton, José Treviño u Oswaldo Carrera, logró mantener a raya los maderos neoyorquinos, que rompieron la blanqueada en la novena entrada.
Stanton fue una especie de Deja Vu
Los neoyorquinos pusieron a temblar el Harp Helú, pero no pasó de allá.
Jared Serna se presentó hasta el tramo final y consiguió un imparable, y Carlos Narváez lo impulsó a él y a Greg Allen para reducir la diferencia a dos carreras. Cole Gabrielson le puso emoción a la tarde con un doble y Narváez llegó a la caja registradora (4-3).
Pero José Rojas erró con el foul tip y el México se llevó la primera victoria, una con sabor a historia.
Trevor Bauer no aspiró a la victoria, misma que se adjudicó Román Méndez. La derrota se la llevó Tanner Tully (4.1IP, 4G, 1ER, 1K), quien permitió el batazo de cuatro esquinas de Canó en la cuarta baja.