Las Vegas.- El estadounidense Devin Haney y su adversario ucraniano, Vasyl Lomachenko cumplieron con el trámite del pesaje para su muy esperado pleito de mañana en una más de las “jugadas” de esta época de “vale todo”, al subir a la báscula en un evento privado, que fue declarado como oficial y en el que no hubo prensa.
Haney, según Lomachenko dijo, pasó serios problemas para poder marcar por debajo del límite de la división. El monarca único de la división pesó 134.9 libras (61.190 kilos). El Europeo dio 135, es decir, lo mismo (61.235 kilos).
Consultado por la prensa, tras dar el peso, fresco, sonriente, Lomachenko dijo:
“Sí, dio el peso, pero como a la segunda o tercera vez”, respondió el ex monarca olímpico, evidenciando que Haney habría tenido problemas para cumplir con la báscula.
Lomachenko lució en óptima forma, caminando velozmente, e incluso tomándose fotos con quienes lo reconocían, y Haney fue el contraste.
Luego, en la ceremonia mediática en el MGM Grand Garden Arena, ambos subieron a la báscula, para la foto, simplemente, y para el show.
Allá, Haney empujó a Lomachenko y evidenció tener bastante presión, o al menos así lo quiso hacer creer a los asistentes al evento vespertino.
Haney pondrá en juego su título indiscutido de peso ligero en las versiones de la AMB, CMB, FIB y OMB, mismos que pondrá en juego en una pelea complicada.
Y aunque Haney sale como favorito, se dice que podría ser la última vez que exponga sus campeonatos, pues podría subir a las 140 libras.
Lomachenko, de 35 años y 11 mayor que Haney, es un ex campeón mundial que estaría ante la última oportunidad de ser monarca indiscutido.
Devin “The Dream” Haney (29-0, 15 KOs) y Vasiliy Lomachenko. (17-2, 11 KO) protagonizan una de las peleas más esperadas del primer semestre de 2023.