Mérida.- Los Venados de la Universidad Marista, que requerían la victoria para mantener en suspenso a los equipos clasificados a la postemporada, tuvieron un exitoso cierre de la campaña regular de la Liga Meridana.
Obligado a ganar esperando un milagro, el equipo estudiantil salió a buscar la victoria y, para tal propósito, contó con la joya de pitcheo que labró el diestro Oliver Cervantes, quien enjauló al anfitrión en las primeras cinco entradas, permitiendo un hit en su impecable labor que enmarcó su triunfo de gente grande.
El botón de muestra del letal ataque emplumado es el cubano Osniel Maderas, quien se ahogó en la orilla para capturar el título de bateo, departamento que le faltaba obtener para completar la Triple Corona.
Sin embargo, en sus primeros dos turnos legales, fue dominado por Cervantes con inocentes rodados al cuadro.
El imparable, que llegó en la novena entrada, ante la serpentina de José Arteaga, segundo lanzador de los ciervos, fue tardío y no impidió que su compatriota Rigoberto Gómez, de los Diablos de la Bojórquez, sea el “Champion Bat”.
Lo sorprendente de la hazaña es que, sin jugar, por la sanción que recibió al ser expulsado en el juego del sábado en casa contra los Senadores de la Morelos, Gómez se llevó el cetro, mientras que Maderas fue el rey en jonrones, con 14 y en carreras producidas, con 38.
Óliver Cervantes ofreció un recital de pitcheo y mantuvo la perfección hasta el quinto episodio cuando Fabián Urbina, abrió la tanda de bateadores y disparó el solitario imparable al derecho que terminó con la magia del abridor de los Venados, que elaboró una cadena de 12 retirados en fila, completando su labor con dos bases por bolas y cinco ponches.
Lo relevó José Arteaga y también cumplió con una efectiva labor en las siguientes tres entradas, pero se le acabó el “gas” en el noveno rollo y después de firmar boleto de libre tránsito a la inicial a Reynier Romero y de admitir sencillo de Maderas al derecho, fue relevado por Nicolás Ortiz.
“Nico” fue recibido por Fabián Urbina, quien le dio la bienvenida con imparable productor de la carrera que rompió el collar de ocho argollas que le habían colgado a los Azulejos.
Andrés Jiménez fue dominado con rodado al pitcher y Josué Romero atizó doble al izquierdo que remolcó 2 carreras que puso la pizarra 5×3.
Fue todo el daño que permitió Ortiz, quien retiró por la vía de los strikes a Julio Pérez y a Alberto Sosa, para terminar con la amenaza. Los tres lanzadores que requirió el manager por Luis Navarro, sujetaron en cuatro imparables a los Azulejos.
Kuglai González, el derrotado, despachó sin problemas la primera entrada, en riguroso orden, pero en el segundo episodio, el error en un intento fallido de doble matanza con la que terminaría el ataque de los astados cambió la historia del encuentro.
Porque la pifia en el tiro a la intermedia de Marco Antonio Guzmán, le permitió a Iván Espínola ocupar la inicial en jugada de preferencia y después Henry Carrillo desapareció la pelota con el lunetario congestionado que le dio la ventaja 4×0 a los Venados.
La Marista anotó la última carrera en la quinta entrada. Rudy Parra disparó un rodado complicado al campo en corto que le complicó a Marco Antonio Guzmán realizar su disparo a la inicial, llegando a la inicial por infieldhit y tras uno fuera, Daniel Cornejo conectó un cepillazo por la antesala, un “trueno” que no pudo atrapar Osniel Maderas, y mientras la pelota llegó al fondo del jardín izquierdo, Parra llegó a la registradora para el 5×0.
Después, lanzaron Saúl Vázquez, Iván Solís, quien se salvó de ser raspado en el séptimo episodio, gracias a un certero “riflazo” desde el jardín central de Reynier Romero, con el que enfrió en la registradora a Rodrigo Uicab, siguió Romel Matos y terminó Carlos Pech.