Mérida.- Ganar por la vía del “Walk-off” se ha vuelto infalible para los Azulejos de la Dolores Otero jugando en su “Nido”. El equipo emplumado remontó una desventaja y después de ser alcanzado en el inning de las emociones, Reynier Romero se vistió de héroe al remolcar, con imparable, la carrera que le dio a su escuadra un electrizante triunfo de 3×2 sobre los Zorros de Pacabtún.
El triunfo correspondió al juego aplazado de la jornada 7 de la Liga Meridana de Invierno que se desarrolló en el campo “Gonzalo ´Sansón´ Novelo”, la casa del actual campeón.
La pizarra registraba la paridad 2×2 en la conclusión del séptimo rollo y Kenny Torres escaló el cerrito en sustitución del abridor Marcos Castro para lanzar en la octava entrada, la que despachó sin mayor problema, aunque concedió un pasaporte.
Sin embargo, en su salida, el equipo emplumado no quiso prolongar el encuentro y no le dio tregua al pitcheo de los cánidos que sufrieron una dolorosa derrota porque fueron alcanzados en el cuarto lugar por los Venados de la Universidad Marista que vencieron a domicilio a los Senadores de la Morelos.
El receptor Josué Romero abrió la tanda de bateadores del noveno episodio con imparable al jardín derecho y Jairo Martínez, con la orden de tocar la bola para avanzar al corredor, vio pasar cuatro pelotas malas y el manager-jugador de los Zorros, Abraham “Turco” Salomón, decidió traer del bullpen a Willy Ramírez.
El noveno bateador, Alan Fernández, despedazó la estrategia del toque de sacrificio y sin decir agua va, al primer disparo del relevista, conectó una línea al jardín izquierdo y el lunetario se congestionó de aves.
A continuación, Reynier Romero, quien alineó como primer bateador ante la ausencia de Loidel Chapelli, se vistió de héroe al atizar un rodado por la intermedia que hizo inútil el esfuerzo del camarero Raúl García por impedir su viaje al tapete verde, y con el imparable produjo la carrera que anotó Josué Romero, el corredor que dejó de herencia Kenny Torres, quien cargó con el descalabro.
El juego fue un sensacional duelo de pitcheo que se extendió hasta el primer tercio del partido entre Marcos Castro, por los Zorros y Saúl Vázquez, por los Azulejos, saliendo ambos sin decisión.
Después de dejar el “Nido” repleto de “pájaros” en la primera entrada, el abridor del equipo visitante confeccionó una cadena de nueve retirados en fila, prolongando su dominio hasta el cuarto rollo.
Recibió el apoyo de sus compañeros con una carrera en la parte superior de la cuarta entrada mediante un gran lance del paracorto Marco Antonio Guzmán, quien, tras el rodado a la segunda colchoneta a cargo de Alan Fernández, al recibir un violento “piconazo”, siguió la jugada y fusiló a la inicial a Oswaldo Cabrera, pero no pudo evitar la anotación que puso adelante a la visita 1×0.
Castro salió con banderas desplegadas en el cuarto episodio y le repitió la dosis a los Azulejos que se fueron en blanco, al dejar la casa llena, pero en la conclusión del segundo tercio del juego fue raspado con dos carreras con el jonrón de Josué Romero, encontrándose en los senderos a Armando Manzanilla, para darle la voltereta al marcador 2×1.
Después del segundo boleto de libre tránsito a la inicial que firmó, Montero bajó la cortina y lo hizo de forma espectacular, retirando en hilerita a los siguientes 8 bateadores que enfrentó, a dos de ellos, les despachó hirvientes chocolates.