Melbourne.- George Kambosos Jr. tuvo de nuevo la gran pelea en su casa…y de nuevo la desaprovechó, o mejor dicho, le impidieron aprovecharla.
Como en la primera pelea entre ambos, Devin Haney hizo empleo y hasta gala de sus mejores y superiores recursos y sin explayarse al 100 por ciento, pero sin confiarse de más, se dirigió a vencer de nuevo al australiano, cuyas aspiraciones de alto nivel sepultó esta tarde en su propio país.
Prácticamente en una repetición de su encuentro cuatro meses antes, Haney, de 23 años, superó y magulló a Kambosos en 12 asaltos para retener sus cuatro títulos de peso ligero ante una multitud agotada en el Rod Laver Arena en Melbourne, Australia.
Una vez más, la velocidad, el manejo de distancia y el coeficiente intelectual de boxeo de Haney fueron demasiado para que Kambosos los superara.
Es más, Haney, quizás consciente de algunos de sus críticos que piensan que juega demasiado seguro dentro del ring, repartió aún más castigo la segunda vez, aterrizando repetidamente duros derechazos que tenían a Kambosos empapado en sangre al final de la pelea.
Los jueces fueron unánimes en su opinión, dando a Haney, residente de Las Vegas, el visto bueno en las tres tarjetas de puntuación por márgenes que decían 119-109, 118-110 y 118-110.
En ese entonces, dos jueces calificaron la pelea 116-112 para Haney, mientras que el otro lo hizo 118-110. El dominio de Haney en la primera pelea aparentemente hizo que cualquier revancha fuera redundante, pero Kambosos tenía derecho a invocar una, lo cual hizo rápidamente.